Después de la siempre aburrida corrección de exámenes de julio, acta de evaluación (23 páginas porque tengo casi treinta alumnos), cumplimentación administrativa de rigor en papel y digital (se repite lo mismo en ambas) memorias mil, propósitos de mejora , arreglar aula, consolar a alumnos suspendidos, preparar repaso vacaciones, intentar asegurar reuniones iniciales para ver si el próximo curso programamos por competencias, evaluamos más por rubricas, racionalizamos criterios de calificación y coevaluamos, aprendiendo unos de otros, me planteo un merecido descanso...
Terminaré julio leyendo en papel, pantalla e imágenes, investigando, curando contenidos, porque el "menú libro" me parece paeolítico y un gasto innecesario para las familas, preparando a la carta para el próximo curso nuevos recursos "adaptados a la diversidad de un alumnado con nombre, apellidos, curso, emociones y dificultades de aprendizaje identificadas " o pierdo el tiempo que me queda de julio reuniéndome en Novadors con encantadores profes super frikis con los que da gusto hablar de todo sin que sientan agobio por hacer las cosas de otra manera o aprovechando todos los recursos que tenemos en nuestra sociedad en Red de aprendizaje permanente.
Aprender tendría que significar experimentación, descubrimiento, emoción constante, rigor en la aplicación curricular ...y un inmenso respeto dando, recibiendo u observando dicho aprendizaje. La imagen ya es texto narrativo desde hace más de 50 años pero sigue habiendo analfabetismo audiovisual y las TIC, TAC o TEP, son imprescindibles en esta era digital. El aprendizaje permanente y la competencia digital, no se llevan bien con los docentes que paradójicamente se creen profesionales de la educación o con los confortables que torturan a su alumnado con frases-pesadilla como: "Cuando te lo expliqué, estarías durmiendo", "Mira, no te apruebo porque sino te relajas", "¡Con las veces que he dicho en clase que estudiéis...", pero claro una docente algo friki como yo, se complica la vida sin libro #detesto o amando su trabajo y pensando en él en horario no lectivo.
Aprendemos y enseñamos en red o fuera de ella, con o sin TIC. Siempre que descubro algo, estoy deseando experimentarlo, contrastarlo, aplicarlo en mi centro de investigación que es el aula y enriquecerlo con las aportaciones de mis alumnos. Y aunque yo soy el adulto que tiene la responsabilidad de guiarles o facilitarles su propio aprendizaje, recibo muchísimo más de lo que les aporto. Tenemos la mejor profesión del mundo y nuestras aulas forman parte de esta sociedad en la que vivimos. Pero sin perder de vista el horizonte en el que ya serán adultos estos peques, niños o adolescentes a quienes tenemos la gran responsabilidad de EDUCAR.
Mi trabajo como coordinadora de innovación, ya es otra historia...¡Felices vacaciones!!
Imagen: camiseta de un gran amigo friki Jose Luis Gamboa |